lunes, marzo 09, 2009

El Diario del Vaticano elogia la lavadora en el Día Internacional de la Mujer
Según el Osservatore romano, el diario del Vaticano, que este domingo rinde un homenaje a la lavadora con ocasión del Día Internacional de la Mujer, esta máquina representa una verdadera emancipación femenina en el siglo XX, más que la píldora anticonceptiva.
En su edición de este 8 de marzo, publicada el sábado al anochecer, el Osservatore romano propone un artículo titulado 'La máquina de lavar y la emancipación de la mujer'. "'Pon el detergente, baja la tapa y relájate'", afirma este periódico, citando al manual de utilización de uno de los primeros modelos.
"En el siglo XX, ¿qué fue lo que tuvo más influencia en la emancipación de las mujeres occidentales?", se pregunta la periodista Giulia Galeotti. "El debate sigue abierto. Algunos dicen que fue la píldora, otros la liberalización del aborto, o incluso trabajar fuera del hogar. Sin embargo, otros van más lejos (y proponen): la lavadora", sostiene Galeotti.
El Osservatore Romano retrocede a los orígenes de la lavadora -el teólogo alemán Jacob Christian Schaffern inventó en 1767 un modelo rudimentario- y se refiere a la "sublime mística de poder cambiar 'las sábanas dos veces por semana en lugar de una'", una frase que atribuye a la célebre feminista estadounidense Betty Friedan.
"Al principio, las máquinas eran muy voluminosas. Pero rápidamente, la tecnología creó modelos más estables, livianos y eficaces" y se tuvo "la imagen de la supermujer en el hogar, sonriente, maquillada y radiante entre los electrodomésticos de su casa", sostiene el Osservatore.

Este post fue robado de la red.

4 comentarios:

Virginia dijo...

muchas gracias por pasar, me alegro q te guste lo que hago...saludos.

Anónimo dijo...

que huevada dios, hay tanta pelotudez dando vueltas...

un abrazo!!

Jota dijo...

quién te dijo que no, eh?

Lolita dijo...

"Remando en dulce de leche" (del post anterior), jaja, esa frase me la dijo mi suegro en estas vacaciones :P
En respuesta a tu firma en el blog.. Sí, sabía de esa ley, pero de todas maneras me revienta mucho el ruido. Me saca. Además que no había taaaanta cola, ni tampoco estuvimos esperando mucho tiempo, avanzaba rápido dentro de todo, no estaba para nada congestionado. Lo hacían de jodidos nomás, por apurados. Muchos de los que recién llegaban y no esperaron ni treinta segundos se adherían y empezaban a tocar bocina. Y eso me pone de muy mal humor, detesto el barullo, sobre todo si es en vano.